Sobre el poder
- Arcadio Domínguez
- 8 jun
- 1 Min. de lectura
Creo haber aprendido que la persona más poderosa es aquella que está dispuesta a irse.
Solía pensar que ser fuerte era aguantar, luchar, probar y comprobar mi lealtad, costara lo que costase… La autoexigencia como súper poder.
Pero es que ese coste era YO. Era mi paz, mi energía, mis aspiraciones, mis verdaderas ambiciones.
Lo que tiene perderlo todo, es que te enteras de que el poder real no es luchar para mantener. El verdadero poder es no tener el miedo de irte, cuando lo que sea ya no es.
Al final (creo) que no se pierde nada, eso que sea se libera. Ahora “hago espacio”.
No se trata de suplicar sino de superar. Y ahora, a mi, lo que me toca es aprehender todo esto: si, apreHEnderlo con h, que implica captar la esencia o el significado profundo de una teoría o un conocimiento. Vamos, ponerlo en práctica.
Comments