Las tartas, el arte, los lunes, las pelis de los noventa, hacer camas, las alturas y hablar. He tenido que pensar mucho para elegir sin pensar todas esas cosas que me gustan mucho.
Mi talento oculto es la discreción. Mis activos son el orden y la organización, la creatividad, la lealtad. Mis debilidades son la pereza, el miedo.
Las palabras decorativas, escribir, leer, ordenar, reordenar. El día de Nochevieja, el olor a café, París, las roscas en el cine. La luz de Madrid. La palabra “sparkling” y el otoño. El amanecer, los sabores con recuerdo, el sabor dulce y el pan. Las papelerías, estrenar cuadernos y oler los libros. Hacer reír, las burbujitas del champán. El jazz. Ducharme con música, el olor a campo, caminar… El roscón de reyes y las torrijas. Los relojes. El silencio en compañía y la actriz Victoria Abril. Las velas y las rosas rosadas, el bocadillo del Dorotea y la nata montada. El olor a mi madre. Unos pies bonitos, la delgadez. El pelo rubio natural. Escuchar una canción en bucle, los conguitos. Los cuadros de Hopper, leer durante horas y conducir con la radio. Marilyn Monroe, el silencio de los museos, los cafés a solas y los talents de cocina. Hacer listas, tachar listas, la tarta chajá. El color gris, las sudaderas y las sobremesas.
Mirar a los ojos, decir te quiero de repente.
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